Q.- MÉTODO "David de Miguel Angel"

Esto no es un nuevo Teorema, ¡líbreme Dios!. Es lo que llamo una forma adecuada de actuar en determinadas ocasiones, y que le he llamado Método "David de Miguel Angel". 


No es una forma de realizar ni fomentar el activismo libertario en una empresa, porque los que me conocen, saben que por ahí no voy. Es más bien una forma inteligente de aplicar los conceptos de Lean, al día a día de nuestras empresas de servicios.

(Lean es un modelo de gestión enfocado a la creación de flujo para poder entregar el máximo valor para los clientes, utilizando para ello los mínimos recursos necesarios. De esta forma se elimina el despilfarro, se mejora la calidad y se reducen el tiempo de producción y el costo.)

Todo nació en una anécdota que viví hace unos años, cuando estábamos preparando una compleja oferta durante el mes de agosto. 


Cuando se estaba finalizando la propuesta y después de varios ciclos de revisión por el máximo responsable comercial de la cuenta, éste decidió que había que realizar un cambio. Cambio que tanto yo como la otra persona que colideraba la realización de la oferta, considerábamos que no solamente no aportaba valor, sino que la hacía más farragosa cara al cliente, y causaba un trabajo elevado de reformateo y despilfarro del trabajo realizado. (También Lean se deben aplicar no solamente a los procesos, sino a las decisiones u órdenes).

Mi primera intención fue contestar a esta persona diciendo que no lo consideraba oportuno. Pero de una forma inteligente, mi querido compañero me contuvo (había un poco de nerviosismo en el equipo por los calores de Agosto en Madrid), y me contó la siguiente anécdota (he incluido datos históricos que no me relató en su momento):


"Piero Soderini, el alcalde de Florencia, encargó en 1502 la realización a Miguel Angel Buonarroti del famoso David. Cuando se estaba terminando la propuesta obra, Miguel Ángel recibió la visita de Sorderini en el estudio, quien después de observar la magnifica obra, alegó que la misma tenía la nariz torcida (otras versiones dicen que criticaba que la nariz era demasiado ancha). 

Miguel Ángel notó de inmediato que Sorderini, no estaba en el ángulo indicado para observar la obra en toda su magnitud. Miguel Ángel sabedor del poder de Soderini, decidió no entrar en polémicas con él. Se limitó a mirar fijamente la nariz de su escultura, que él sabía perfecta, y tras unos segundos de aparente reflexión, subió al andamio con un cincel, un martillo y un poquito de polvo escondido en una mano. Simuló que daba ligeros golpes a la nariz de la escultura. Mientras que con la otra mano soltaba el polvo de mármol que él mismo había recogido. No cambió en nada la estructura de la nariz pero dio la ilusión de hacerlo. Al cabo de unos minutos de farsa, Miguel Ángel dio un paso atrás y dijo: 

-“A ver qué le parece ahora”
y Sorderini contesto: 
-“Ahora me gusta mucho más, le habéis dado vida."



Pues de la misma forma, procedimos a soltar un poquito de polvo de mármol, la propuesta no se cambió apenas, se ganó la adjudicación, y recibimos por parte de algún asesor (que nos ayudó a revisar la propuesta y que conocía perfectamente al cliente), el comentario de que era la mejor propuesta que había visto presentada nunca en ese cliente. Lo que vino después en el proyecto es otra historia.


En una obra de Robert Greene llamada “Las 48 Leyes del poder”, que es un interesante libro que habla sobre el manejo del poder, a través de la historia y los imperios surgidos en el humanidad, en su página 109 y haciendo referencia a esta anécdota dice: 


Ley Nº 9 GANE A TRAVÉS DE SUS ACCIONES, NUNCA POR MEDIO DE SUS ARGUMENTOS” 

Criterio – “Cualquier triunfo circunstancial que usted obtenga a través de argumentación verbal en realidad es sólo una victoria pírrica; el resentimiento y la mala voluntad que así genera son más intensos y duraderos que cualquier acuerdo momentáneo que haya logrado. Es mucho más eficaz lograr la coincidencia de otros con usted a través de sus acciones, sin decir palabra alguna. No explique; demuestre” .


OBSERVANCIA DE LA LEY: Miguel Ángel sabía que no iba a ganar nada discutiendo con Sorderini y se arriesgaba a no tener más trabajos futuros en Florencia. El era un hombre sumamente inteligente, con su acción logró salvar la perfección de su obra, pero al mismo tiempo logro hacerle creer a Sorderini que la había mejorado. Este es el doble objetivo que se logra cuando uno impone su posición por medio de acciones, en lugar de recurrir a argumentos verbales: nadie se ofende y se logra el objetivo.

1 comentario:

  1. Luis, tú te acordaste de mí en momentos muy duros de mis comienzos y me diste la oportunidad de trabajar en Cap Gemini, aunque no he estado en esta etapa de PWC, donde tengo buenos amigos, siempre te he admirado, primero como persona y luego como profesional y creo eres un ejemplo y referencia para muchos como yo que hemos tenido la suerte de conocerte. Lo mejor en tu nueva etapa y cuenta conmigo para lo que quieras. Enhorabuena por este magnífico blog - aplicaré el método "David de Miguel Ángel". Un abrazo,

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