Otros sin embargo "tuvieron" que tomar otro rumbo. Será la ley de vida en nuestro tipo de organizaciones. Pero es una pena que personas muy válidas y brillantes desde el punto de vista profesional y humano, no hayan encontrado su puesto en PwC, dentro del ciclo de vida profesional en el que creo que podían haber aportado todavía mucho.
Cualquiera que sea la razón por la que ya no están con nosotros, he de reconocer y agradecer lo que he aprendido de ellas. Y estas personas, no lo olvidemos, son copartícipes la construcción del PwC actual. Con muchos de ellos mantengo y seguiré manteniendo relación personal y ¿profesional en el futuro?Aquí seguro que me olvido de muchos. Gracias en especial a mi estimado Isidro; a mi querido Ignacio Galve, a Don Antonio Rodríguez, al gran Javier Vargas, a Oscar Gil, Manuel Carrasco, José Manuel Valdés, Fernando Gardeta, María Priego, Silvia Gómez, Juan Iturralde, Carlos Rebato, Jorge Negro, Jesús Muñoz, Félix Arroyo, Paula del Corral,Cristina Jerez, José Manuel Gilaberte, María Priego, David Martinez. Al intelectual y asesor literario Javier Garilleti, Natalia Zorrilla, Arturo Derteano. A mi estimado Miguel Angel Rodríguez. A Javier García Rubio, Juan Villacorta, Julio Bengoa, etc.
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